Tras explorar a Andrés Bello en su libro Andrés Bello. La pasión por el orden (Editorial Universitaria), el historiador Iván Jaksic compila junto a Eduardo Posada Carbó una serie de estudios sobre el liberalismo en América Latina. Oficiando como seleccionador de varios textos, Jaksic pretende que Liberalismo y poder. Latinoamérica en el siglo XIX (Fondo de Cultura Económica) sirva para despejar interrogantes sobre el rol de esta corriente en nuestro continente.
Usted es autor de un estudio sobre Andrés Bello ¿Lo colocaría más cerca del liberalismo o del conservadurismo?
Bello apoyó y fue miembro de los gobiernos conservadores desde Prieto a Montt, pero su ideario de construcción de las naciones independientes era liberal. Basta observar su apoyo al constitucionalismo, que es central para limitar el poder en un estado de derecho y para establecer las garantías individuales. Basta observar los principios liberales de seguridad y propiedad que abundan en el Código Civil de la República de Chile. Basta observar su impulso a la educación pública como fundamento de la ciudadanía, la que conlleva el sufragio creciente por vía de la alfabetización. Basta, en fin, con observar su actividad para promover la prensa, sin la cual no hay debate y esferas públicas. Como muchas cosas que pasan en nuestra historia, es más fácil poner un rótulo a Bello como conservador que comprender sus ideas. Mucho se debe a que José Victorino Lastarria lo calificara lapidariamente de esta manera.