Such be the sons of Spain, and strange her fate!
They fight for freedom, who were never free;
A kingless people for a nerveless state,
Her vassals combat when their chieftains flee,
True to the veriest slaves of Treachery;
Fond of a land which gave them nought but life,
Pride points the path that leads to liberty;
Back to the struggle, baffled in the strife,
War, war is still the cry, 'War even to the knife!'
Lord Byron, Childe Harold's Pilgrimage
Inciertos vientos de cambio político han comenzado a soplar en España y Chile durante esta semana. Aún cuando los acontecimientos indican diferencias importantes entre las movilizaciones sociales de ambos países, en la Península un rechazo a los partidos hegemónicos (PSOE y el PP) ad portas de las elecciones municipales además de un reclamo por una democracia real, mientras que en Chile éstos giran en torno a la crisis de la educación pública y al rechazo de un megaproyecto hidroeléctrico en la Patagonia aprobado a espaldas de la ciudadanía, el trasfondo es el mismo: crisis de la representación, centralismo gubernamental, coaliciones políticas incapaces de sintonizar con la ciudadanía y una democracia representativa cada vez más debilitada. Pero detrás de todo eso se advierte un abierto cuestionamiento al modelo socialdemócrata defendido por los fieles exponentes de la Tercera Vía vinculados al PSOE en España y a la Concertación en Chile y un llamado a abrir nuevos espacios a la democracia deliberativa.